El Líbano, tiene un ejército de unos 70.000 soldados. En el sur del país opera la milicia de Hezbolá. Esta organización empezó haciendo labores humanitarias a favor de los pobres libaneses, pero las constantes agresiones militares israelíes y la ocupación de tierras libanesas durante 22 años, fueron radicalizando su acción defensiva hasta la salida israelita en el año 2000, sin dejar las ayudas asistenciales. Hezbolá está compuesto por unos 4.000 libaneses musulmanes, cristianos y de otras características. El ejército y Hezbolá se respetan, aunque no piensen igual. Hezbolá tiene pocas armas pero una moral defensiva y patriótica extraordinarias. El drama histórico El movimiento político sionista israelí no tiene nada que ver con la religión judía, aunque la utilice a su favor. Es el causante original de todos los conflictos que ocurren en el oriente medio, por su determinación, ya antes de la fecha de su constitución en Estado durante el año 1948, de ir apoderándose de las tierras palestinas por la vía armada. Esas constantes invasiones, agresiones y asentamientos de colonos siguen todavía; lo que obliga a los palestinos a defenderse. La ideología sionista es racista, militarista y expansionista. Israel ni cumple ni le importan las resoluciones de las Naciones Unidas, ya van más de 28; pues cuenta con el aval permanente de los sucesivos gobiernos de Estados Unidos, tanto demócratas como republicanos, y la hipócrita y débil condescendencia de las potencias europeas. Israel ha pasado de ser la principal víctima del genocidio nazi a ser el aplastante verdugo del genocidio palestino. A cualquier país, gobierno, medio de comunicación o intelectual que critiquen su militarismo lo acusa de antisemitismo. Cobarde agresión En las cárceles israelíes hay más de 9.000 palestinos y unos 400 libaneses. Mientras que Hamas, de Palestina, solamente secuestro a un soldado israelita y Hezbolá, del Líbano, secuestro a dos militares. La intención de ambas organizaciones era canjearlos por presos de estas dos sufridas naciones musulmanas. La soberbia y el orgullo israelí son escandalosos. Comenzó enseguida la matanza de civiles palestinos, secuestrando incluso varios ministros. Luego continuó bombardeando poblaciones civiles del Líbano, bloqueándolo por tierra, mar y aire; e incluso, incursionando su ejército varios kilómetros en territorio libanés. Israel empleó en el genocidio libanés más de 35.000 efectivos. Pero la defensa numantina de Hezbolá ha hecho fracasar los planes israelo-estadounidense. Cifras macabras En los aproximados 35 días de bombardeos y matanzas, las víctimas civiles libaneses alcanzan: un millón de desplazados, 200.000 refugiados en centros, 250.000 huidos del país y el resto acogidos por otras familias. Los muertos se calculan en unos 1000. Se desconoce la cifra de los desaparecidos, los enterrados entre los escombros y los innumerables heridos. De todas estas víctimas apenas el 10 % son combatientes. Se calcula que unos 40.000 libaneses han quedado sin vivienda. Al parecer bastantes bombas que cayeron sobre las casas de civiles libaneses contenían uranio empobrecido, lo que irá aumentando la cifra de muertos y enfermos.

Se cifran en unos 160 soldados israelíes que han perdido la vida. No tenemos datos de los heridos. Invasión fallida La bravura defensiva de Hezbolá ha conducido al fracaso militar de la agresión israelí. Venció David con su honda, frente al aguerrido Goliat con su gran armamento sofisticado. La resolución de la ONU, señala la salida israelí del Líbano, el control de unos 15.000 soldados libaneses de los territorios del sur y el apoyo de una fuerza de interposición de la ONU (FINUL). ¿Cuándo será la próxima agresión del sionismo israelí…? Al mismo tiempo que pedimos a Dios por la paz, exigimos a las autoridades mundiales la defensa de la justicia y el cumplimiento de las resoluciones de la ONU. Israel debe volver a las fronteras de 1967 y las Naciones Unidas deben reconocer al Estado Palestino. Pedro Serrano